El cicloturismo y otras propuestas de turismo activo en Mallorca
La isla de Mallorca se ha consolidado en los últimos años como un destino ideal para la práctica de turismo activo. En este sentido, la isla entera está salpicada de senderos y antiguos caminos por los que practicar senderismo, especialmente la Serra de Tramuntana, declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad en la categoría de paisaje cultural por la UNESCO. Su escarpada orografía, pegada al mar y salpicada de pintorescos pueblos como Valldemossa, Deià, Sóller o Banyalbufar, es todo un paraíso para los amantes de la naturaleza. La isla en su conjunto, plagada de torrentes y cuevas, ofrece múltiples posibilidades en forma de actividades de barranquismo o espeleología, así como un amplio abanico de áreas de inmersión para los amantes del buceo.
Las propuestas de turismo activo en Mallorca no acaban aquí. Si algo ha repuntado en los últimos años es el posicionamiento y la conversión del destino hacia el cicloturismo. Cada año va a más la llegada de visitantes a Mallorca motivados por la práctica de cicloturismo, aprovechando el buen clima que hace durante buena parte del año, la variedad de rutas y caminos rurales, así como la diversidad paisajística, que en conjunto son muy valorados por este perfil de público. La web Ciclismo en Mallorca recoge información interesante a nivel de rutas, clubes deportivos y las principales altimetrías de la isla. Además, otorga el sello Cycling Friendly a establecimientos hoteleros, bares y restaurantes que apuestan por ofrecer servicios de calidad a los amantes del ciclismo, lo que puede ser muy útil a la hora de planificar una ruta de cicloturismo por Mallorca.
En la isla hay propuestas para todas las edades y tipologías, incluso para los menos experimentados. La zona de Llucmajor, plagada de caminos rurales sin mucho desnivel, es un ejemplo en este sentido, con propuestas de agroturismo como Son Estrany o Perola, que pueden ser un excelente punto de referencia. También para profesionales, no en vano son muchos los ciclistas de prestigio internacional que van a Mallorca a entrenar, principalmente en invierno. La isla alberga además pruebas de gran arraigo popular que llaman la atención, cada vez, de un creciente público internacional. Un ejemplo en este sentido es la Transtramuntana, la prueba cicloturista con mayor desnivel de Mallorca, todo un reto de 235 kilómetros y 4.500 metros de desnivel, que transcurre por la Serra de Tramuntana.